Por Rubén Alcantar
El día de ayer lunes, se presentaron por parte del INEGI las cifras correspondientes al PIB en el tercer trimestre del año y por ende del IGAE en el mes de septiembre, la cifras son claras, la actividad económica está estancada, y la estrategia de la actual administración no está funcionando, el problema comienza a gravarse y las cifras son claras, esas no mienten pese a que el gobierno saliera a declarar que nos favorecen.
Las cifras suelen ser engañosas, o maquillables, dependiendo quien las quiera utilizar, y en estos dos indicadores no es la excepción, hay dos maneras de utilizarlas, tomando en cuenta el crecimiento respecto al trimestre, mes anterior; o tomando en cuenta la cifra del mismo mes o trimestre, pero con respecto a la del año anterior, siendo comparativas distintas que no suelen explicarse.
El PIB por ejemplo, mientras que algunos mencionan de manera pesimista que no dejamos de decrecer, otros de manera muy optimista nos dicen que la 4T y la economía, si bien no se están moviendo muy a prisa, no han parado de avanzar. Y ¿Quién tiene razón? Pues resulta ser que ambos, por su parte los pesimistas muestran las cifras comparativas con respecto al trimestre del año anterior, en el cual, en efecto, el PIB decreció en manera comparativa con respecto a 2018 en los trimestres Abril-Junio -0.81%, y Julio-Septiembre -0.44%, repito esto en cifras comparativas al año 2018. Sin embargo existen quienes utilizan estas cifras de mala manera para poder afirmar una recesión técnica, la cual jugando con el concepto sería correcto afirmar.
Por el otro lado, los optimistas y defensores de la 4T prefieren utilizar las cifras comparativas con respecto al trimestre anterior, en las cuales, en efecto, el problema del crecimiento bajo, cuasi nulo, existe, sin embargo de recesiones o decrecimientos no hablamos, en el trimestre de Enero-Marzo el crecimiento fue del 0.1%, por su parte para el trimestre Abril-Junio pese a todas las expectativas, el crecimiento fue del 0.3% (a expensas de que se confirme la corrección del INEGI en la cual pasaría a decrecimiento), y para el trimestre Julio-Septiembre el crecimiento alcanzó el 0.1%. En efecto, con el uso de cifras desestacionalizadas y no cifras originales, como les clasifica el INEGI a estas dos realidades que acabo de explicar, ambas partes tienen razón, tanto quienes mencionan y comprueban que existe recesión técnica, como quienes mencionan y comprueban que no existe tal cosa.
Si algo debemos entender es que, pese a todo lo que se habla, por algunos economistas y otros no economistas, el crecimiento del PIB, NO EXPLICA LA ACTIVIDAD ECONOMICA, si bien, desglosa los comportamientos de los 3 sectores en el periodo de análisis, no es este indicador el que nos revela el comportamiento de nuestra economía vista como actividad. Para ello existe el Índice General de Actividad Económica (IGAE) el cual nos muestra la problemática, por un lado el IGAE creció en un 0.3% en el mes de septiembre, con respecto al mes anterior, hecho que rompió la tendencia negativa que se presentaba desde Junio.
Por grupos de actividad las Primarias avanzaron 4.1% y las Terciarias 0.4 por ciento. Por su parte, las actividades Secundarias no reportaron variación durante septiembre de 2019 frente al mes precedente. Ya en términos anuales, el IGAE registró una caída del -0.3% en el mes de septiembre con respecto al septiembre de 2018, este dato se suma a la ya lamentable estadística de que, desde el mes de abril la actividad económica ha decrecido en 5 de 9 meses, en uno no se movió y solo en 3 presento movimientos positivos, siendo cifras bastante preocupantes.
Por donde se quiera ver, crecimiento del PIB o IGAE, cifras anuales o cifras comparativas mensuales, la actividad económica en nuestro país ha sido deplorable, no hay manera de defender lo que se encuentra ocurriendo con nuestra economía, el año ha sido pésimo y pinta para cerrar de esta manera, las cifras se encuentran muy pero muy distantes del 4% de crecimiento a tasa anual que nos prometió el presidente López Obrador, las cifras ya están y ante estas, habrá quien las interprete, pero como dijera el señor Diego Fernández de Cevallos en 1988 –Cada quien puede tener derecho a su propia opinión, pero no a sus propias cifras. Y en el caso de la 4T las cifras lo son todo.