Por: Gerardo A. Herrera Pérez.
Fui invitado a la presentación del Plan Municipal de Desarrollo, Morelia, 2018-2021; en la presentación del mismo, estuvieron representantes del Gobierno Federal, del Gobierno de Michoacán y los titulares de las áreas sustantivas municipales y el presidente municipal de Morelia Raúl Morón, anfitrión.
Con la participación de los trabajadores del H. Ayuntamiento y de la sociedad civil ahí presente, se llevó a cabo la presentación del Plan Municipal por las distintas áreas que sostendrán la implementación del mismo. Con un mensaje claro, contundente y con una buena entonación el líder de la comuna moreliana expreso en una sola mención que cumplirá con el respeto a los derechos humanos. Esto es bueno, porque fundamentalmente hoy los Planes de Desarrollo Municipal deben contemplar el respeto a los derechos humanos y las libertades, la igualdad y no discriminación, la perspectiva de género, la multiculturalidad y la paz, pero con un enfoque ecológico, es decir que incluya la ecología medioambiental, social, mental, porque hay que recordar que en este mundo casa de todos y todas no es el hombre, sino la vida (hombre, plantas, animales) la que hay que cuidar.
En diferentes momentos, y por distintos disertantes se presentaron nuevos conceptos de planeación como: territorio resilente, territorios inteligentes, que incluyen una visión de las ecologías, considerando la ecología medioambiental, la ecología social, y la ecología mental, bajo un planteamiento de pensamiento complejo que ayuda a ver las cosas desde la globalidad y no reduciendo los fenómenos; pero que además incluye cuestiones sistémicas donde todos estamos interconectados y bajo un enfoque transdisciplinario.
Por otro lado, se privilegia el dialogo entre la sociedad y el gobierno; es decir, se privilegia la participación de sociedad civil, academia, el sector privado y el gobierno municipal. Con ello se plantea una visión de complementariedad, pero también de un dialogo en una ecología de saberes, y desde luego un entendimiento a partir de reconocer diferencias, es hoy un discurso, lo importante será verlo en la realidad.
Otro asunto de interés es el relacionado con los ejes rectores: Bienestar social, Prosperidad económica y Sustentabilidad ambiental con línea transversal de Educación y cultura, con una visión de un gobierno eficaz, transparente y abierto; aquí existen nuevos conceptos como el medir la prosperidad, que hasta ahora es un concepto que se mide, como la felicidad, en algunos países europeos, sobre todo en Francia donde se realizan estudios profundos sobre el tema y que al final de esta nota lo comento.
Otro elemento importante es el alineamiento que tendrá el Plan con las diferentes agendas, plataformas e instrumentos, como es el caso de la Agenda 2030 Objetivos Sostenibles del Desarrollo, así como la gran visión a un Morelia al 2041. Así como con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024 y el Plan de Desarrollo Estatal de Michoacán 2015-2021. En interesante como la agenda de dimensión universal tendrá cabida en las acciones de la agenda municipal de Morelia, habrá que observar los ejes transversales (8) como se alinean para cumplir con los 17 objetivos de la Agenda 2030. Uno de los temas controvertidos es el asunto de la Cohesión Social e Igualdad sustantiva, mientras no se precisen los ejes de la Cohesión (confianza, identidad, valores y convivencia) y la manera en cómo se logrará impactar seguiría siendo una aspiración deseable. Me parece importante este enfoque, porque pasaremos de lo global universal a una posición que abreve de lo local concreto.
La paz es otro asunto de interés, la visión no es solo la ausencia de violencia, sino que enseñemos a los ciudadanos a resolver sus conflictos en equidad, como lo dice Johan Galtung, pero también a que se cumplan todos los derechos humanos, así como a deconstruir la violencia invisible y estructural; a promover la más amplia participación ciudadana en la democracia participativa y social; así como impulsar acciones que permitan evitar la vulnerabilidad y las diferencias sociales, la mala distribución de la riqueza de Morelia que avancen en evitar las desigualdades sociales.
Consideró que si bien el Plan tiene conceptos innovadores, debemos de seguir trabajando en las cuestiones de las ecologías como lo comparte Felix Guattari en su texto Las tres ecologías, o bien, como nos lo hace saber Boaventura de Sousa Santos en las Epistemologías del sur.
Por lo pronto hay que privilegiar el dialogo entre el gobierno y la sociedad sin que existan mecanismos de colonización, debemos de seguir trabajando en procesos de complementariedad, es decir, que dialoguen tanto los expertos como las personas que tienen experiencia o son sabias. Pero además estos diálogos deben inscribirse en las ecologías de los saberes.
Con relación al concepto de Prosperidad, me hace reflexionar sobre el Informe para la Medición del desarrollo económico y del progreso social, del profesor Joseph Stiglitz. Entre los planteamientos se comenta la urgente necesidad de contar con nuevos indicadores que permitan saber e identificar sobre los avances del progreso social; los indicadores deben permitir evaluar las políticas para garantizar el progreso de la sociedad, de los mercados e influir en ellos.
En esta sociedad de la información se requieren datos para la toma de decisiones; una mala medición genera una mala política pública o decisión. Las estadísticas requieren de nuevos conceptos, de metodologías que ayuden a reflejar los fenómenos sociales y los resultados del bienestar de los ciudadanos.
El PIB es una herramienta que no evalúa el bienestar a lo largo del tiempo, con relación al medio ambiente, a lo económico, y lo social, desde la perspectiva de la sustentabilidad (bienestar actual y sostenibilidad) tal como lo señala la Agenda 2030.
El informe hace varias énfasis, entre ellas destaca: Primero, se deben mejorar las herramientas que miden los resultados en una economía compleja; es decir medir no solo la producción, sino los resultados que genera para la sociedad en su bienestar dicha producción, el bienestar material de las personas. Con relación a los servicios públicos tanto individuales de educación, salud y otros, como sociales de seguridad, que genera el Estado, solo se miden los gastos para generar dichos servicios, sin tomar en consideración la evolución de la productividad, es decir dichos impactos se ignoran.
Segundo: el sistema estadístico debe de centrarse más en la medición del bienestar de la población que en la medición de la producción económica y que es conveniente que dichas mediciones del bienestar se restituyan en un contexto de sustentabilidad, en lo humano, natural, social y físico. En otras palabras, hay que elaborar un sistema estadístico que complete las mediciones de la actividad mercantil por datos relativos al bienestar de las personas y mediciones de la sustentabilidad.
Tercero: un sistema de medición no deberá medir únicamente los niveles promedios de bienestar en una comunidad concreta y su evolución en el tiempo, sino que también deberá reflejar la diversidad de las experiencias personales y de las relaciones entre las diferentes dimensiones de la vida de las personas, es decir su percepción y generación de bienestar en lo concreto. El informe presenta doce recomendaciones.
De esta manera, si la Prosperidad económica del Plan en comento, se refiere a lo antes mencionado, desde luego lo aplaudo, por primera ocasión podremos saber o conocer cuáles son las condiciones en las cuales vive la población en Morelia. Sabremos con claridad que los servicios públicos incluidos los de seguridad que genera el municipio, dejaran solo de medir los gastos que generan dichos servicios, es decir ahora se conocerán los impactos y beneficios obtenidos por la comuna moreliana.