Ante el desconcertado rostro de una adolescente de 13 años, y pese a las suplicas de que parara, su padrastro apuñaló con un cuchillo a su madre, en la sala de su casa, dejándola envuelta en un charco de sangre.
Diana, nombre de la menor, desesperada por la situación dio parte a las autoridades locales, porque su padrastro iba a matar a América, su progenitora, que yacía en el suelo, ya sin moverse.
En medio de esa dramática escena, muestra fehaciente de la violencia de género, entraron los patrulleros, auxiliaron a la herida y de paso arrestaron al agresor, que no se había retirado de la escena del crimen.