Por:Redacción
Morelia, Michoacán.- Avenida Camelinas esquina con avenida Ventura Puente, sábado 11:40 de la noche. Una camioneta marca BMW de modelo reciente permanece apagada en el carril que va de poniente a oriente, justo para girar de Camelinas a Ventura Puente.
Es extraño y lo notan algunos automovilistas que circulan por la zona. Puede verse a un hombre y una mujer jóvenes forcejeando; él le va ganando la batalla por intentar subirla al asiento trasero de la camioneta. Lo hace violentamente.
Ya para entonces se han detenido dos automovilistas, que por el riesgo han puesto sus intermitentes para evitar un accidente. “Qué sucede güey” pregunta uno al hombre que forcejea, que empieza a darse cuenta que llama la atención.
“Déjala”. Ya para entonces los dos automovilistas se han bajado y van en dirección al suceso. El hombre suelta a la mujer y les dice que no se metan, que es su pareja.
El otro hombre le dice “ni madres, nos metemos hasta que ella esté bien”, y pregunta a la mujer si está bien, en qué pueden ayudarle, y si sí es verdad que el agresor es su pareja.
Ella llora y dice que sí. Le pide las llaves a su pareja y éste se niega diciendo que está borracha. Lo increpan por la forma violenta de reaccionar y le dicen que llamarán a la policía.
El hombre se calma, “no voy a darle las llaves para que se de en la madre y deje huérfano a mi hijo”, expone y evidencia que está alcoholizado.
El incidente ya hizo detener a por lo menos otros tres vehículos, que desde sus ventanillas le piden al hombre que deje ir a la mujer.
El hombre dice que llamará al padre de la mujer para decirle lo que sucede, e insiste que ella está “tomada”.
Uno de los hombres le dice al agresor que le escuchó decirle a la mujer que le iba a poner “unos putazos”, él lo niega.
Otro vehículo llega a la escena, se coloca por detrás de la camioneta BMW. Parece un vehículo oficial de algún elemento de seguridad, de alguna corporación policíaca o de dudosa procedencia; un vehículo blanco con vidrios polarizados.
De él emerge un hombre con un equipo de comunicación, se acerca y ya sentencia: “a barandillas”. Tres minutos después aparece una patrulla de Transito y Movilidad e intervienen los oficiales.
Un par de minutos después lo “conducen” a la patrulla y se disipa el conflicto.La tensión por los recientes hechos de asesinato a mujeres activa las alarmas; cada vez más aliados en las calles están al pendiente, porque quizá, tristemente, esta escena hace algunos años, no hubiera alertado a nadie.