Por: Gerardo Herrera
Morelia, Michoacán. – Cada vez que se da la posibilidad de compartir los conocimientos a la otredad sin colonización, es parte de un ejercicio de emancipación y de encontrar la libertad como principio para disfrutar de la vida y la felicidad en este mundo complejo. Justo hoy eso se hizo en la espacialidad de la UCLA, en la maestría de Desarrollo Humano.
Es complejo poder definir y explicar lo que es y significa Ser Humano; distintas posiciones expresan el cómo construir la definición: ya bien desde el antropocentrismo o etnocentrismo que data de la filosofía humanista, o bien desde el principio del hombre como parte de la vida y en respeto a otros seres vivos y a los elementos fundamentales de la naturaleza el humano es vida, es agua, es energía.
Pero, es importe destacar la pregunta: quiénes somos los seres humanos?, energía de fondo, un ser del cosmos, un eslabón de la cadena de la vida, un animal de la rama de los vertebrados, para Pascal (1662) expresaba que el ser humano en el marco de la naturaleza, era nada adelante del infinito, y un todo ante la nada, un eslabón entre la nada y el todo, pero incapaz de ver la nada de donde viene y el infinito hacia donde va.
Durante la existencia de todos estos años del ser humano; que ya suman más de 3,800 millones de años, considero que el ser humano, debe verse a la luz de la participación que tiene en el marco del contexto en que vive; esto es, de un modelo económico, que influye en el modelo social, y en donde el Poder cuenta con diferentes aparatos ideológicos para someter, controlar y disciplinar los cuerpos del ser humano a partir de homogenizarlo, y de crear las instituciones para dicho control como la familia, la escuela, la iglesia, las políticas públicas, las normatividades, incluso en el deporte.
El ser humano, ese al que nos referimos en este momento histórico, es el mismo que cuenta con racionalidad (incluso racionalidad instrumental), que tiene sentimientos, como libertades, lenguaje y éste es social. El ser humano se encuentra inmerso en la ecología del capitalismo, en donde es solo funcional desde el punto de vista para su explotación y para el consumo en el mercado. Por lo que hay que analizarlo a la luz de la ecologías que manejan Guattari (la crisis de las tres ecologías) o Goleman (la inteligencia emocional).
La comunidad en la que habita el ser humano, esta permeada por un modelo económico, en donde priva las acciones de mercado, y donde la acumulación de capital ha dejado de ser la apropiación de los excedentes de la fuerza de trabajo para privilegiar otros mecanismos de acumulación de capital como la corrupción, así como la violencia, el crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas, los intereses al capital que se manejan en el sistema financiero.
Esta situación le ha permitido al Poder legitimar su imperio de la ley, haciendo del miedo de la población un instrumento, con el cual la población le facilita al Poder utilizar sus aparatos de represión, tanto el ejército como la seguridad pública, para someter no solo al crimen organizado, sino también a la población, a todos los seres humanos.
Esta visión con la que se construye el Poder, a partir de legitimar el neoliberalismo, ha generado una asimétrica distribución de la riqueza, que genera desigualdad, concentrando la renta de los negocios en unas cuantas manos y haciendo a una población cada día más pobre. En el caso de México, de acuerdo a las instituciones que miden la pobreza más de 53 millones en algún grado de pobreza.
Estos seres humanos requieren, como lo expreso el Papa en Santa Cruz de Bolivia, las tres “t”, tierra para que las personas produzcan, techo para que se abriguen y trabajo para ganarse la vida. Aun en estas circunstancias, como repartir la tierra si el capitalismo ecológico está generando rentismo de tierras, concentrando para su explotación; los techos, en sentido estricto las casas habitación para los trabajadores, siguen siendo de poco espacio y da mala calidad y el trabajo que se pueda generar está en condiciones de explotación.
El Papa habla de una propuesta importante a partir de tres ejes; primero, la economía para la vida y no para el mercado, la justicia social sin la cual no habrá paz, y el cuidado de la Casa Común, sin la cual ningún proyecto tendrá sentido, es decir trabajar para el proyecto de la vida. Yo digo, que hay que agregar una cuarta T, si la T de la transformación, pero una transformación con ecoformación y ecoética, con un coaligante de diseño ecopedagogico, que nos permita impulsar un desarrollo sostenible y una sociedad sustentable.
Es la osadía de pensar en utopías, que nos hacen caminar y no nos dejan parados en las conquistas alcanzadas y frente al fracaso nos hacen levantarnos para continuar en el camino. Superar obstáculos y enfrentar a los grupos opresores.
Dedico esta nota a los docentes y las alumnas de la maestría de Desarrollo Humano de la UCLA. Impulsar y compartir saberes y conocimientos sin colonización, con amor y respeto a la otredad, con alteridad y con formación para la superación.