Por Rubén Alcantar
El tema de los ingresos del gobierno ha sido un tema que ha dado mucho de qué hablar, desde que se publicó el paquete económico 2020, y claro, con justa razón, el dinero, a pesar de que, sí, es bastante, para la aplicación del ejercicio presupuestal 2020 (6 mil billones de pesos para ser precisos), la manera en que habrán, no solo de repartirse, sino también de conseguirse, es lo que resulta bastante intrigante.
Escalono a lo que quiero llegar: por una parte comenzamos con la recaudación, la cual resulta como ya lo menciono, muy intrigante, no solo por el conocido hecho de la esperanza fijada, quien sabe dónde sustentada, de aumentar la producción petrolera a niveles que desde el día de hoy se vislumbran, sino imposibles, al menos sí bastante improbables, lo cual supondría una merma para los ingresos nacionales, de al menos 250 mil millones de pesos; a esto se le suma el también intrigante hecho de la recaudación fiscal, la cual como ya se ha mencionado anteriormente, ha venido sufriendo caídas constantes, esto resulta bastante preocupante puesto que la merma presupuestal podría ser incalculable, dado esto por el hecho de la gran esperanza de elevar dicha recaudación con impuestos como el IVA y el ISR, los cuales han sufrido caídas preocupantes del 8% y 10% respectivamente.
Ahora continuando, la problemática es real, demuestra, por ejemplo la grave caída de la percepción de un impuesto como el ISR, una caída en el empleo formal, que a pesar de la negación del gobierno, excusándose en la medición de este, la recaudación ya les exhibe, la oposición lo sabe, la prensa lo sabe, y es más, el mismo gobierno lo sabe, y como en todo, para toda problemática y/o déficit debe haber soluciones, y si el problema son los ingresos, pues hay que aumentar los ingresos ¿Cómo? Esperando a que se venda el avión presidencial (que no es en su totalidad de la nación, puesto que no se ha terminado de pagar y una parte pertenece a la empresa Boeing) y con los 500 mil millones de pesos que en el imaginario del presidente nos estamos ahorrando por corrupción ¿Dónde están reflejados? Aún no sabemos, pero no cabe duda que si son estas nuestras esperanzas para subsanar el muy probable, casi seguro déficit presupuestal, la cosa se va a poner, por no sonar muy dramático, bastante interesante.
La problemática, aunque lo parezca por el drama en mis comentarios, no es el tema presupuestal (no del todo). Resulta ser que en la economía, como en la vida, toda acción tiene una reacción en cadena, en esta ocasión la reacción inmediata resulta ser el desplome en la inversión, para ello contamos con dos pruebas irrefutables; la primera de ellas radica en la publicación por parte del INEGI de los resultados de la oferta y demanda agregada para el segundo trimestre del año, si bien ya sabíamos por ejemplo, los aumentos en el consumo privado, y la más clara dependencia de las exportación con el aumento en el comercio exterior, se evidenció aún más la caída de la inversión, reflejada en la contracción del índice de formación bruta de capital y en el de actividad industrial.
La segunda de estas pruebas radica en la casi inminente disminución, en un cuarto de punto porcentual (0.25%) de las tasas de interés por parte del Banco de México, lo cual de manera resumida, y sin entrar en demasiados tecnicismos económicos, significa que, cuando las tasas de interés aumentan, se busca incentivar el ahorro y de esta manera controlar la oferta monetaria y a su vez la inflación; sin embargo cuando dichas tasas se bajan, se busca precisamente no generar incentivo en el acervo de capitales para de esta manera reactivar la inversión, problema que se ha convertido en una preocupación real, en México contamos con una tasa de referencia que se ubicaría en 7.75%, esto con una inflación del 3.16%, dándonos una tasa real del 4.44%. Bastante distante por ejemplo del 0.2% de EUA o el 2% de Brasil, una tasa, bastante alta, lo cual como usted podrá suponer, en efecto, no incentiva la inversión.
¿Por qué se relacionan todos estos, tan distintos temas que toqué? Por muchas razones, pero principalmente, la que venimos a explicar y nos preocupa bastante, es la inversión, desafortunadamente vivimos una actualidad de cada vez peor inversión, tanto pública como privada, no se están enfocando los recursos públicos por ejemplo, en la creación de infraestructura de manera consiente y eficiente, sino en proyectos faraónicos, lo cual a su vez conllevara en más empleos, prueba de ellos es el paquete económico, que se decida no invertir es preocupante para todos, si no se genera inversión no se generan empleos, sin empleos no hay ingreso, sin ingreso aumenta la pobreza, y así es, se crea mayor dependencia en los programas de asistencialismo gubernamental, la problemática de la inversión ya estanco nuestro crecimiento económico reflejado en el PIB, al menos este año, habrá que preguntarle al gobierno si para ellos el concepto “redistribución de la riqueza” es regalarla de las arcas del Estado, porque queda muy claro que no están enfocados en generarla y de esta manera se distribuya a forma de más y mejores empleos. Para preocuparse.