Por Carla Buendía
Morelia, Michoacán.- La llegada del 2020 augura cambios políticos y económicos para México, sin embargo, uno de los más polémicos y que ya comenzó a incidir directamente en cada ciudadano, es el cambio cultural que implica para muchos el simple gesto de recibir una bolsa plástica en prácticamente cualquier comercio y por cualquier compra.
Así, la prohibición de entregar y distribuir bolsas plásticas y/o popotes entró en vigor en un total de 17 entidades federativas: Baja California, Ciudad de México, Colima, Durango, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Para muchos, el dejar de recibir su bolsa desechable será una catástrofe, que no solo afectará su comodidad al comprar, sino que supone un riesgo para los empleos de miles de cerillitos del país y afectará incluso su capacidad de levantar la caca de sus perros o sacar la basura.
Por ello, es importante destacar que esta prohibición no aplica –de momento- a los usuarios, que decidan comprar sus propios rollos de bolsas plásticas y utilizarlas en lo que consideren, ni tampoco prohibe que un establecimiento te cobre 1 peso por cada bolsa que solicites y tampoco está prohibida su fabricación, aunque sí su distribución.
Tampoco aplica a las bolsas, popotes y otros instrumentos desechables que sean para uso médico o sanitario, ni para el envoltorio de productos como las carnes, y las bolsas hechas de material biodegradable también están permitidas.
Sin embargo, esta medida es apenas la antesala para otras más estricta que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2021, cuando también quedará prohibida la entrega de cubiertos desechables de plástico, incluyendo palillos mezcladores en las bebidas, vasos desechables con tapas, globos, varillas para globos, aplicadores de tampones y charolas fabricadas total o parcialmente de plástico para transportar alimentos y diseñadas para un solo uso, así como la comercialización, distribución y entrega de cápsulas de café.
Pese a la incomodad que para muchos puede significar la falta de costumbre, la mayor parte de las opiniones vertidas en redes sociales en torno a este cambio cultural es favorable: los mayores recuerdan que en sus tiempos no había bolsas plásticas y debían llevar consigo su propia bolsa reutilizable los más jóvenes están conscientes de la urgente necesidad de evitar más contaminación.