Por: Rubén Alcántar
Morelia, Michoacán.- Durante las últimas semanas uno de los temas, de los cuales todos hemos estado al tanto, sin lugar a dudas ha sido el coronavirus, que si bien aún no afecta a nuestro país, si es parte del miedo generalizado de que llegue propagarse dentro de nuestras fronteras.
Los resultados, de cierta forma han sido positivos en cuanto al confinamiento de la enfermedad se refiere, a día de hoy el 90% de los casos continúan en la parte central de China, esto en cuestiones de salubridad pública, representa resultados importantes, se está controlando la enfermedad en una región, no permitiendo que esta se propague y ocasione una pandemia a nivel mundial, a pesar de ello, aun así los casos continúan creciendo, a tasas más lentas, eso sí, pero son ya casi 43 los afectados y ya más de mil los muertos.
Una preocupación, que quizá no somos tantos (en comparación con los que les preocupa la salud) es el hecho de los posibles efectos en la económicos, ocasionados por la parálisis China que la enfermedad y la cuarentena, tema bastante delicado dado la importancia de dicho país en la economía a nivel mundial.
La economía China representa el 18% del Producto Interno Bruto a nivel mundial, vaya, es la segunda economía dentro del orbe, solo por detrás de los Estados Unidos, y es el primer exportador a nivel mundial, siendo principal proveedor de gran cantidad de países, incluido si, Estados Unidos.
A todos estos datos se le suma la producción manufacturera, la cual es parte fundamental de las cadenas de suministro de una gran cantidad de sectores a nivel mundial. Otro campo en el cual se ha dado gran preocupación, resulta ser el sector petrolero, en el cual China es el principal importador de todo el planeta, problemática que, por ejemplo, llevo al West Texas Intermediate a sufrir una reducción del 18% en su precio, en lo que va del año.
Las consecuencias, repito, económicas, de esta problemática aún no se logran calcular, puesto que estas se irán dando en medida que se vayan agotando los inventarios a nivel global, de los socios de China, y solo las empresas saben cuánto tiempo podrán resistir, esto sin duda puede generar consecuencias bastante desfavorables para dicho país, sin embargo, la tragedia de algunos puede ser la oportunidad de otros.
En este estricto sentido, ya se había venido comentando, con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, surgía una oportunidad para otros países, más por el lado de volverse opciones para que algunas empresas pudiesen emplazarse en dichos lugares, para la realización de manufacturas.
Lugares como por ejemplo, si estimado lector, México, nuestro país es uno de los países que bien podrían aprovechar dicha coyuntura en el comercio internacional para fortalecer nuestra economía; el recientemente firmado T-MEC entre nuestro país y el vecino del norte, la amplia disponibilidad de mano de obra calificada, así como la cercanía de nuestro país con el mercado norteamericano, abarata los costos de transporte, con lo cual nuestro país se vuelve opción.
Si bien, existen distintas limitantes, por no llamarle de otra manera a todas las problemáticas político-sociales que enfrenta nuestro país, la oportunidad está ahí, y mientras el problema del coronavirus no se solucione en China, la posibilidad y la oportunidad continuarán creciendo.
La propagación de esta enfermedad es un problema que, como ya mencioné, a todos nos preocupa en el sentido de la supervivencia humana y los riesgos que la enfermedad representa para esta, sin embargo, lo que pudiese ser la tragedia económica de algunos, podría ser el milagro salvador que no creíamos pudiese ocurrir para levantar la economía de nuestro país, claro, esto solo son posibles escenarios, pues aun de darse la oportunidad, debemos esperar a ver como la tomaría nuestro gobierno, dado que en esto momento, aunque se abriera el cielo, no sabemos si nuestro presidente nos llevaría a él, por el simple hecho de que quizá para él sea corrupto, fifí o neoliberal, solo nos queda esperar.