Redacción/Estenógrafo
Morelia, Michoacán. – Con el corazón hecho añicos por el amor de su vida, Dulce María tomó la decisión de acabar con su vida para ya no sufrir. Y para ello, eligió aventarse por la ventana de su departamento, en un cuarto piso, en el fraccionamiento Punta Floresta.
Un gemido, un hondo suspiro… después gritos, gente corriendo y llanto. La joven mujer, que sufre depresión por su ruptura amorosa, yacía inmóvil en el jardín comunitario de la avenida Diamante.
Aún estaba consciente, pero callada, mientras parientes, amigos y vecinos la rodeaban tratando de ayudarla, llamando a la ambulancia.
Para fortuna de quienes la quieren, la ambulancia y lo policías llegaron a tiempo y viva la trasladaron al hospital. A simple vista, sus órganos vitales resultaron intactos, lo mismo que su cabeza.
Ahora Dulce María deberá recuperarse doble, por un lado deberá vivir por algunas semanas con el dolor físico por las contusiones, y las consecuencias permanentes que estas conlleven, y después, sanar su corazón.