Redacción/Estenógrafo
Morelia, Michoacán. – De acuerdo a la página oficial del IEM, en la elección de 2015, el entonces candidato a gobernador Silvano Aureoles Conejo, ganó la elección en los municipios de: Arteaga, Aguililla, Apatzingán, Buena Vista, Lázaro Cardenas, Múgica, Nuevo Urecho, Parácuaro, Tumbiscatío, Turicato, Gabriel Zamora y Uruapan; pero ahora que en el 2021, en esos mismos municipios y muchos más, obtuvo mayoría de votos Alfredo Ramírez Bedolla, acusa, irracional y desesperadamente, que se debe a la acción del crimen, manifestó el diputado electo Fidel Calderón Torreblanca.
Claramente puede verse que los argumentos del peñista, en contra del lopezobradorista, no tienen lógica ni coherencia. Lo que en realidad intenta el todavía gobernador de Michoacán, es salvar su pellejo, implementando una estrategia para evadir la justicia al pretender asilarse en el extranjero, cuando viaje, según él, a presentar las denuncias sobre la elección; afirmó quien suscribiera en 2017 el Acuerdo de Unidad con López Obrador en Michoacán.
La conducta de Aureoles Conejo, es patológica, como lo fue en 2017 y 2018, confunde su responsabilidad como gobernador con la ilegal función que asumió, y continúa asumiendo, de coordinador de campaña de la alianza tóxica.
Estoy convencido de que Alfredo Ramírez Bedolla, será el gobernador de la reconciliación de los michoacanos, pero también sé, que los que abusaron durante los últimos 6 años – que se cuentan con los dedos de las manos – tienen dos opciones: afrontar sus responsabilidades, ó huir miserablemente. Lo cierto es que, a un gobernante con el 2% de aceptación, nadie lo seguirá, sentenció el congresista.