Por: Dulce Sol.
La verde, el pasto, la Mary Jane, la medicina, la yeska, la alfalfa, el café, la chora, clorofila, cola de borrego, la dama de la ardiente cabellera o de los cabellos encendidos, el epazote, la esfinge verde, la Mari, la María, la Mariana, la Margarita, la Mary Popins, el Mastuerzo, la mora, la morita, la moreliana, la mois, la morisqueta, la moronga, la mostaza, la motivosa, la motocicleta, el motor de chorro, Mott and Jeff ,la nena, la nalga de ángel, el orégano, el pasto verde, la pastura, la pepita verde, el petate, la pochola, Rosa María, el sahumerio, la soñadora, la suprema verde de clorofila, la mejorana, tortilla tostada, la tronadora, el trueno verde, la verdolaga sagrada, la verdosa, la yerbabuena, la yerba bruja, la yerba de oro, ya yerba santa o el zacate; son sinónimos con los que se le conoce a la planta del cannabis.
El uso de la mariguana en México es aún criminalizado, quienes la consumen ya sea para fines médicos o recreativos son vistos como delincuentes, puesto que son incriminados incluso por posesión simple. A esto se le aúna la gran ignorancia que hay alrededor del tema por su satanización como droga de inicio para otras más fuertes, los prejuicios sociales, religiosos y la poca información que hay al respecto.
Es hasta cierto punto lógico porque existe una casi nula inversión para su estudio en educación e investigación por lo que se ha convertido en un tema polarizado basado en la ignorancia, como casi todo en este país. A lo que algunos investigadores le llaman dicotomía, otros le dicen futbolización de los temas donde no hay espacio para matices sino solo blanco y negro, buenos y malos. Este es el caso de mariguana.
Por otro lado echarse un toque, un churrito, un gallo, un cigarro de la risa, un postre, o atizarle a la varita mágica, es legal en 33 los estados de la Unión Americana que tienen programas de marihuana medicinal, mientras que en 10 se ha legalizado su uso recreativo, por lo que más de la mitad de la población de los EEUU ahora tendrán acceso a la marihuana recreativa legal.
Siendo la mariguana el estupefaciente que más se consume en el mundo, en USA el año pasado se facturaron 10 mil millones de dólares por la industria legal de esta planta que favoreció a pacientes que acceden a medicamentos derivados de productos del CBD, así como para quien la usa para fines recreacionales.
Lo anterior derivó en más ciencia por las investigaciones que se realizaron con respecto al tema desde una visión científica, fuera de rumores o prejuicios. Por lo mismo ahora la gente está cada vez más informada y este es un asunto que es visto desde la perspectiva de la salud pública. Por lo cual cierta parte de los impuestos recaudados son invertidos en salud y prevención. Lo que trae como consecuencia beneficios educacionales y comerciales.
Lo cierto es que la experiencia de ir a comprar este producto a un establecimiento completamente legal es toda una vivencia. Cada estado, ciudad y tienda son un mundo aparte. Les contaré mis visitas a algunos locales en un par de estados de la Unión Americana.
En el estado de Washington, en la ciudad cuna del grung, la aguja espacial y el primer Starbucks del mundo: Seattle caímos presas del entusiasmo, ya que en ese tiempo la legalización era reciente, así que sin pensarlo mucho le preguntamos al chofer por la tienda más próxima al hotel que estaba cerca del aeropuerto donde nos hospedamos esa noche y la verdad debo decir que no fue la mejor decisión.
No teníamos coche así que tomamos el autobús y desde ese momento todo se comenzó a poner cada vez más raro, el barrio se notaba a leguas muy peligroso. Justo saliendo de la tienda nos ofrecieron otro tipo de drogas y esperando el camión de regreso nos pasó una de las cosas más bizarras que me hizo pensar lo ilógico de estar en un peligro extremo por ir a comparar una droga legal.
Un poco traumada por lo sucedido estaba dudando un poco de si en verdad la legitimación de su compra cambiaba el proceso. Más tarde lugareños nos aclararon que no debió porque haber sido así, que a donde fuimos era una parte de la ciudad que incluso la policía trata de evadir ese vecindario. Error de turistas supongo.
Otra experiencia completamente diferente fue en el estado de Oregon, en una ciudad bien hipster e “inventada” como lo es Portland. El local que visitamos ahí estaba todo “buna vibra”, lo empleados muy amables y súper arriba que andaban pero in a good way. Tanto que la chava de la entrada me pidió mi identificación como 3 veces y el hippie del mostrador nos explicó bien chido todo lo concerniente al CBD y THC.
Me gustaría retomar algo de la información que nos compartió: El CBD es uno de los más de 60 cannabinoides que se pueden extraer del cannabis. El aceite de CBD se puede obtener en varias formas, líquido, crema y hasta como masticable. Su compuesto más conocido del cannabis y su principal ingrediente psicoactivo es el tetrahidrocannabinol (THC). El CBD no es una sustancia psicoactiva, a diferencia del THC, que sí que lo es.
Con el aceite de CBD podemos aprovechar los beneficios terapéuticos del cannabis sin sufrir los efectos secundarios que provoca fumar. Es una de las opciones más eficaces a la hora de usar el cannabis de forma terapéutica.
El cáñamo industrial contiene más CBD y unos niveles bajos de THC. No obstante, la marihuana tiene menos CBD y más THC.
Así que hay una gran diferencia en el uso medicinal y lúdico de la planta. El solo aceite del CBD sirve para tratar diversas enfermedades por su poder analgésico y antiinflamatorio, aunque cabe destacar también sus propiedades anticonvulsivas (eficaces para enfermos de epilepsia), uno de sus grandes potenciales es su capacidad neuroprotectora y regeneradora, que ayuda a frenar enfermedades como la esclerosis múltiple. Obviamente es esta presentación no tiene ningún efecto psicoactivo. Doy fe del poder curativo del aceite de CBD, me quitó un dolor de espalda severo y no aluciné nadita.
También en el estado de Washington, en un pequeño poblado cerca de Seattle llamado Port Townsend hay una pequeña tienda con el mismo encanto que el pueblito, ahí el dependiente de la tienda con un estilo alternativo nos explicó muy detalladamente la diferencia entre la sativa y la índica: mientras una te pone activo la otra te pone más relajado. Hasta nos dio un folletito con las precauciones físicas, médicas y legales a seguir luego de consumirla.
Mientras tanto en el estado de Nevada en la ciudad de Las Vegas el dispensario tenía más el aspecto de un banco. De hecho en la entrada tuvimos que hacer check in con identificación en mano, posteriormente nos permitieron pasar por una puerta donde nos encontramos con diversas filas, todo muy ordenado, varios dependientes cada uno con su computadora enfrente. Un guardia nos indicaba a que “caja” dirigirnos. Incluso tenían postes separadores delimitadores con cinta extensible retráctil, todo estaba muy sistematizado.
Cuando llegamos con quien nos atendió de nuevo nos pidió nuestra identificación para poder genera la “orden” en la computadora. Luego nos preguntó en qué estábamos interesados y eso sí que es una gran variedad ya que hay todo tipo de opciones: comestibles, aceites, untables, spray, sales, mantequilla, dulces, bebidas, accesorios y un sinfín de productos que van en la larga lista que parece infinita. Sin embargo está tan bien estructurada que se puede ver todo en la pantalla con miligramos y precios. Cuando terminamos la compra, salimos por otra puerta diferente de la que entramos.
En fin la sola experiencia de sentir que no se está haciendo nada indebido le cambia toda la energía a la acción. Es por ello que se ve a todo tipo de gente adquiriendo la mariguana, los hay con traje, jóvenes, viejos, “fresas”, oficinistas, profesionistas, alternativos, médicos, enfermeras, etcétera.
Con ello no quiero decir que aceitar la máquina, agarrar el avión, atizarle, echarse un jalón, enyerbar, grifear, quemar o echarse “las tres” sea para todas las personas, o que todos deberían probarla o consumirla. Pero si hago hincapié en que como sociedad deberíamos tener la libertad de decidir lo que queremos consumir.
Al final de cuentas se puede reducir a una decisión de consumo puesto que vivimos bajo un régimen capitalista y después de todo solo queremos escoger a quién le damos nuestro dinero y bajo que reglas.
Para finalizar aclaro que el título de este texto se debe al famoso video de la niña que hace la petición con un ahínco muy visible. Por cierto son las 4:20.
https://www.youtube.com/watch?v=baIt9Z_HF6o
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