Por Carla Buendía
Morelia, Michoacán.- A través de la elaboración de bolsas hechas a mano, casi 200 tejedores privados de su libertad en los Centros Penitenciarios de Michoacán, tendrán una nueva oportunidad de desarrollo cuando hayan cumplido su condena, toda vez que forman parte del nuevo proyecto de organización de la industria penitenciaria.
Las bolsas son realizadas de filamento extruido de polietileno de baja densidad y si bien este tipo de artesanía ya es ampliamente aceptado en el gusto del mercado nacional, los tejedores de los centros penitenciarios están determinados a competir en un mercado más amplio y exigente.
Por medio de la capacitación, los tejedores del Sistema Penitenciario, lograron mejorar el diseño, material y calidad en la elaboración de los bolsos, partiendo de un bolso básico que tradicionalmente se usa para la compra en el mercado, a crear un diseño exclusivo y único con un valor mucho más elevado y que cuenta con detalles en metal y cuero.
No obstante, las personas privadas de su libertad no solo hacen bolsos, sino que trabajan en una serie de productos novedosos que les ayudaran no solo como terapia ocupacional, sino que podrían ser el pase directo a la reinserción social exitosa de más de 2 mil personas que realizan algún oficio dentro de los 11 penales michoacanos.
“Con estas manos saldremos adelante”
Sabrina es una joven tejedora privada de su libertad en el Centro Penitenciario “David Franco Rodríguez”, y ve con optimismo el futuro, gracias a su talento y arte para tejer bolsos, con lo que ha emprendido un pequeño negocio desde la prisión, donde otros comerciantes la buscan para comprar sus creaciones.
“No son fáciles de hacer, hay que tener mucha fuerza, incluso antes solo las hacían los hombres, pero yo aprendí que yo puedo, y quiero tener mi negocio saliendo”, aseguró.
“¡Yo también soy una persona digna, cometí una equivocación y tengo derecho a ser una mejor persona, lo voy a conseguir por medio de mi trabajo y de estas benditas manos!”
Sin embargo, es Adriana, de 35 años quien desde el Centro Penitenciario de Maravatío, quien más bolsas produce y vende, de todos los tejedores que hay privados de su libertad que hay en Michoacán.
“Tejiendo bolsas yo encontré una manera de redimirme, me ayuda a pensar, a sentirme útil y saber que aun puedo hacer algo bonito, algo que vale la pena y que además me ayuda a darle algo a mi familia, el trabajo nos dignifica a todos”, afirmó.
Ambas coinciden en lo importante que ha sido para ellas adquirir esta habilidad tras las rejas: “cuando estas afuera solo piensas en trabajar y sacar el dinero para la familia, no te centras en lo que es verdaderamente importante en la vida, como la familia, las personas que te quieren y que tu quieres, pero el amor al trabajo es una forma de amar a los nuestros que están afuera y una promesa de que algún día vamos a estar juntos de nuevo”, señaló Adriana.
Oficios para la reinserción social
En Michoacán existen actualmente un aproximado de 4 mil 456 personas privadas de su libertad, de las cuales por lo menos la mitad se dedican a alguno de los 37 oficio o actividades que aprendieron tras las rejas, entre las cuales se encuentran principalmente el trabajo en piel, carpintería, huaraches y elaboración de balones de futbol.
No obstante los oficios son tan variados como la misma población, pues también realizan hamacas, tapetes y bisutería; trabajos tales como peluquería y lavado de ropa; hasta manualidades que requieren verdadera destreza, como lo es la elaboración de barcos miniatura en botellas y arte.
Todos estos productos y servicios se pueden adquirir a través de la industria penitenciaria, y los compradores van desde las propias familias de los internos, hasta grandes empresas y organizaciones empresariales como la Conacintra
A decir del coordinador del Sistema Penitenciario del Estado de Michoacán, Javier Ayala Rodríguez, la capacitación para el trabajo es uno de los factores que más influye en una reinserción social exitosa, porque “se fomenten las habilidades y conocimientos de los artesanos privados de su libertad, se les enseña a dar valor agregado a sus productos y eso facilita la comercialización y el autoempleo cuando salen en libertad”.
Para adquirir algunos de los productos que se elaboran en los 11 centros penitenciarios de la entidad, los interesados pueden llamar a la coordinación del Sistema Penitenciario al número 4433271188 para ser contactado con quienes los elaboran.