Por Ruben Alcantar
En los pasados dos días, fuimos todo el país testigos de una jornada histórica; el primero, el pasado domingo 8 de marzo, donde en conmemoración del día de la mujer, miles de mujeres se movilizaron a lo largo y ancho de todo el país, ¿la razón? Alzar la voz, protestar contra la enorme oleada de feminicidios que se vive actualmente, posteriormente, el día de ayer vivimos lo que quizá haya sido la manifestación más grande de la era contemporánea.
Muchas mujeres decidieron no realizar sus actividades normales este 9 de marzo, y con justa razón, falta una, faltan todas, hacer eco en que cada día 10 mujeres son brutalmente asesinadas y nadie está haciendo nada, resultando impunes estos delitos de odio casi la total mayoría de los casos.
Mucho ha sido el eco que estas históricas manifestaciones han ocasionado, en algunos casos bueno, en algunos otros malo, pero es precisamente esto lo que se buscaba, que todo el país se entere que las mujeres de esta patria están sufriendo, están siendo violentadas, acosadas, que no hay día en que vivan tranquilas, que las están matando por el solo hecho de ser mujeres y esto debe de cambiar, la lucha es de ellas, pero la responsabilidad es de todos.
Es inconcebible que se desvié el verdadero motivo de este movimiento por algunos casos violentos, y lo entiendo perfectamente, si el día de mañana me llegara a faltar mi madre, mi hermana, o cualquier mujer que conozca, claro que yo también querría que todo ardiera, que cayeran monumento por monumento hasta que me la devolvieran y se hiciera justicia.
La discusión para nada deben ser estos casos de “radicalismo” como le han llamado los defensores de la patria y sus monumentos, la verdadera problemática radica en la triste polarización que cuestiones ideológicas han generado, este país no le brinda seguridad a las mujeres, ni chicas, ni grandes, no importa donde estén, ni como vistan, ninguna queda exenta de miedo y el peligro que corre.
Cambiar las cosas por supuesto que no resulta nada sencillo, sin embargo ninguna guerra se ha ganado sin pelear, y es el momento de ellas de pelear, no están peleando por nada más que justicia, porque este país las respete, no están peleando por privilegios, sino porque no se les asesine por el hecho de haber nacido mujeres.
Esto es solo el comienzo de un largo camino, no solo para crear conciencia en todo el país de la difícil problemática que día a día atraviesan todas las mujeres y poner un alto a esta, sino también para entender que las mujeres ya se cansaron, que no se van a dejar más y que no van a permitir que falte ninguna más, porque ya no quieren tener miedo, basta de violencia, basta de asesinatos, basta de impunidad.
Como mencione al inicio de esta columna, la lucha es de ustedes, pero la responsabilidad es de todos, es responsabilidad de todos darles el respeto y la seguridad que se merecen, y si tienen que hacer arder este país para conseguirlo, háganlo, ya fue suficiente y no queremos que falte ninguna más, vivas las queremos y no tienen por qué vivir con miedo, y si tienen que parar el país para que la gente entienda, háganlo, un día sin ellas apenas es el comienzo, apoyo total a su lucha. #NiUnaMás #VivasLasQueremos