Por: Rubén Alcántar
Morelia,Michoacán.- En estos días el tema que sin lugar a dudas ha causado mayor revuelo en la opinión pública resulta ser la polémica visita de nuestro presidente a los Estados Unidos, y por supuesto que no es para menos, es a todas luces un flagrante error, en todos los sentidos es un peligro para nuestro país y aún más, es un acto de subordinación y poca dignidad política.
El pretexto para tan polémica visita resulta ser la entra en vigor del nuevo tratado comercial, el famoso T-MEC (USMCA), sin embargo me parece que no es algo para celebrar; entremos un poco en contexto del origen de dicho acuerdo, este surge de la imaginación del presidente Trump en el sentido de pensar que el tratado anterior, TLCAN (o NAFTA) era un tratado que no beneficiaba a su país, y en cierto sentido tenía algo de razón, pese a todo el repudio al mal llamado “periodo neoliberal” el principal ganador del TLCAN resultó ser nuestro país, nosotros fuimos los verdaderos ganadores de aquel acuerdo.
El festejo es de entenderse en lado americano, el presidente Trump cumplió su promesa de entregarle a su país un mejor acuerdo comercial, pero de este lado la cosa es distinta, si bien, que bueno que se logró un nuevo acuerdo, dado que algo es mejor que nada, la visita que muy seguramente en estos momentos se está suscitando solo beneficia a alguien, al presidente Trump.
No es la primera vez que se cometen este tipo de errores, solo basta recordar la visita del ex presidente Salinas en igual de enrarecidas circunstancias al presidente Bush padre, y que al ganar Bill Clinton le costó un año de renegociaciones al ya mencionado TLCAN; el mismo errores se volvió a cometer en 2016, cuando Peña Nieto invitara al entonces candidato Trump, en este caso el triunfo de este no afectó a nuestro país (o al menos no del todo).
Sin embargo en esta ocasión las circunstancias son distintas, el presidente Trump se encuentra sobre las cuerdas en la contienda electoral que le suscita este año, Joe Biden le saca 9 puntos de ventaja en las encuestas sobre las preferencias electorales y un aproximado de 111 votos electorales para lo que sería el colegio electoral, es decir, se vislumbra bastante cuesta arriba la campaña de Trump.
Solo cabe recordar que en 2016 cuando visitó nuestro país la ventaja que la entonces candidata Hillary Clinton le saca era de 3.2 puntos y apenas unas semanas después esta se acorto a solo 0.9, que si bien la totalidad no fue por esa visita, sin duda una buena parte por supuesto que se debió a la comunidad hispana.
La visita como menciono es un error por donde se le quiera apreciar, no solo por el constante golpeo hacia nuestro país en las declaraciones del presidente norteamericano, sino por el futuro que esta relación pueda implicar, puesto que, de llegar a ganar Trump ya sabemos el tipo de relación que llevaremos con el vecino país, una relación de sumisión y punching bag cada que el presidente lo necesite, pero de ganar Biden, la relación se tornaría un tanto compleja, dado que históricamente nuestra relación con los demócratas, pese a todo lo que se pueda decir no ha sido precisamente la mejor.
La moneda está en el aire, y solo resta esperar, para ser franco creo que ya sabemos lo que podemos esperar de esta reunión, una reunión de cordialidad, diplomáticamente correcta, en la cual se trate de lanzar el mensaje de que México y Estados Unidos se encuentran juntos y con miras a un mejor porvenir, los temas polémicos como de política migratoria podemos irlos olvidando, no esperemos en ningún momento que el muro sea tema de conversación, y no porque a Trump no le interese, sino porque ya tiene bien amarrada a su base, ahora quiere reforzar el voto hispano que representa un porcentaje cada vez más importante.
Pase lo que pase en la visita, el único que no gana nada es México, con todo que perder y nada que ganar, el presidente López Obrador estará de paseo estos días por la unión americana, pagando favores al presidente Trump y haciendo intencionada o inintencionadamente campaña para un personaje que en todo momento ha denostado a nuestro país, pero bueno, solo nos resta decir que, al menos queda para la anécdota de las visitas innecesarias de presidentes mexicanos o los Estados Unidos…