Morelia, Michoacán.- El berrinche que en tribuna protagonizó este viernes la diputada de Morena Cristina Portillo, llevó a que Alfredo Ramírez Bedolla, coordinador de la bancada de ese mismo partido, fuera destituido por sus correligionarios y en su lugar se nombrara a Fermín Baena, y como vicecoordinadora a la propia Cristina Portillo.
La legisladora protagonizo tremendo berrinche en la tribuna, ello en la búsqueda de ponerle obstáculos al diputado perredista y ex secretario de gobierno Adrián López Solís para llegar a la Fiscalía General.
Cristina Portillo argumentó que existían conflictos de interés por parte de López Solís, aspirante a la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, para sorpresa de la controversial legisladora, su argumento no encontró eco en el coordinador de su grupo parlamentario.
En cambio, el diputado por el Partido del Trabajo (PT), Salvador Arvizu, le recordó a la ahora vicecoordinadora que poco tenía que cuestionar sobre un tema de conflicto de intereses.
Y es que dentro de las filas de asesores de los legisladores locales, salta a la vista el nombre de la hija de Cristina Portillo, quien trabaja como asesora de otra diputada local, lo mismo que la pareja sentimental de la quejosa diputada.
La afrenta hecha por Ramírez Bedolla a Cristina Portillo fue tal que conjuró tremenda celada en contra el diputado moreliano, complot que hoy acaba con la gestión de Ramírez Bedolla. Único diputado con peso político que se imponía a figuras como Adrián López Solís, Ernesto Núñez, Adriana Iñiguez y el propio Carlos Paredes.