Por Redacción
Morelia, Michoacán.- La inocencia de los animales al cruzar las calles, combinada con la falta de pericia e incluso de conciencia por parte de los conductores, da por resultado que en las vialidades de Morelia, se recojan diariamente por parte de la dirección de Residuos Sólidos, cerca de cinco cadáveres de animales atropellados en la vía pública.
Si bien el atropellamiento de perros, gatos, caballos y vacas es la causa más frecuente, también se pueden observar cadáveres en los ríos, que son tirados como basura en lotes baldíos, los cuales entran en estado de descomposición representando un problema de salud para la población.
Un aspecto poco atendido, es también la expansión de fraccionamientos en zonas de hábitat natural de especies como conejos, serpientes, tlacuaches y tortugas, que suelen aparecer en áreas cercanas al manantial de la Mintzita o en Tres Marías.
A decir del director de Residuos Sólidos del Ayuntamiento de Morelia, Esteban González, “los cadáveres están principalmente en las salidas de la ciudad, en las tenencias y en las vías rápidas”, y no hay ningún punto que sea utilizado como tiradero de animales muertos.
Explicó que los cadáveres de animales atropellados deben ser tratados de manera distinta al resto de la basura, por lo que no deben ser tirados a la basura, como es una práctica habitual.
Añadió que la mayor incidencia de animales muertos en la vía pública es en Tiripetío y en las comunidades donde la ciudadanía tiene granjas, donde la falta de educación los lleva a deshacerse de los cuerpos simplemente tirándolos a la vía pública.
La especie que mas recurrentemente se encuentra atropellada en las vías publicas son perros, después son los caballos y por ultimo los gatos.
No obstante, reconoció que también hay un sector de ciudadanos con mayor conciencia sobre este problema y “nos manda un mensaje y se les avisa a quienes están en recorrido, lo recogemos, para lo que tenemos una unidad especializada y lo llevamos al relleno sanitario”.
Finalmente el funcionario municipal rechazó que se tengan indicios de cuerpos de gallos o perros que sean utilizados en peleas clandestinas, por lo que se ignora que se hace con los cuerpos.