Redacción/Estenógrafo
Morelia, Michoacán. – Hasta la orilla de la población de Atecucario, en Zamora, el crimen llevó a dos jovencitas, una de estas menor de edad, y ya cerca del predio El Rebalse, mató a una frente a frente y a la otra por la espalda.
Bajo sus largas cabelleras castañas, se formaron dos charcos de sangre, ahogando ahí su existencia, porque los homicidas les propinaron un disparo en la cabeza a cada una, otro en el pecho y en la espalda.
La menor se calcula tendría entre 11 a 13 años, ya que aún no tiene señas de haber iniciado el proceso de crecimiento propio de una mujer, como sus caderas o pechos; la segunda, en caso de ser mayor de edad, no tendría mas de 19 años.
Entre ambos cadáveres quedaron los restos de las esquirlas y casquillos percutidos del arma que les arrebato la vida en la flor de la juventud.