Redacción
Cuitzeo, Michoacán., 29 de abril de 2024.- La ola de secuestros, homicidios y desapariciones de personas ha llevado a qué la prospera comunidad de Chupícuaro, en Cuitzeo, se quede completamente despoblada. Sus habitantes han tenido que abandonar sus hogares en contra de su voluntad, porque o es la vida o la casa.
En recorrido hecho por este medio el pasado 15 de abril se pudo constatar que el pueblo está casi solo, de las cerca de 200 familias que allí vivían hoy quedan 16, las únicas que no tienen a dónde ir ni recursos para migrar.
La historia de Chupícuaro es el de la resistencia, el de familias aferradas a su patrimonio, a la esperanza de que un día la paz vuelva, pero que vuelva en serio, porque la 4T local que encabeza Rosa Elia Milán Pintor no lo hizo, por el contrario, en su administración de recrudeció la violencia y pasar de vivir con miedo a ser desplazados.
No hay tiendas abiertas, ante la presencia de las autoridades, los vecinos se resguardan en sus viviendas, temen a enfrentamientos.
Hay casas abiertas, con huellas de saqueo. Lo mismo que tiendas.
En Chupícuaro no hay carros, se los han robado a los que quedan de habitantes. La movilidad ya no está garantizada, a dónde se va, hay que hacerlo caminando y en el transporte público.
La comida, frutas, verduras y abarrotes, todo está fuera. Dentro solo queda el amor a la casa.
Sí, es el nuevo Aguaje de Aguililla. Todo está silencio.
Pero no, no está lejos de Morelia, no es un pueblo encayado en una sierra y terreno accidentado, es un pueblo en una planicie, como casi todo Cuitzeo.
No hay curvas para llegar y está apenas a 40 minutos de la capital michoacana ¡Hasta autopista hay!, lo que no hay es voluntad de las autoridades por recuperar para la población este espacio, menos en temporada de elecciones.