Por Carlos Maya
Morelia, Michoacán.- Recientemente hemos sido testigos de hechos lamentables que dañan a nuestra sociedad desde uno de sus pilares más sensibles e inocentes; los perros. Y es que al envenamiento de perros en colonias conocidas de Morelia, Michoacán o pueblos mágicos como: Tlalpujahua, Quiroga y Pátzcuaro, incluso en la capital del municipio de Campeche en la cual envenenaron a por lo menos 400 perros en diferentes puntos concurridos y turísticos de esta bella ciudad amurallada es un foco rojo de violencia sistemática para nuestro país.
La respuesta de la autoridad parece ser coincidente, no importa en qué parte del país nos encontremos y es que las cámaras conocidas como C4 aparentemente nunca funcionan cuando se trata de solicitar las videograbaciones de este tipo de hechos delictuosos, curiosamente las autoridades estatales y municipales presumen millonarias inversiones para tener “blindada” la seguridad y cuando más se requiere de estos datos de prueba, resulta que estaban desconectadas, no pudieron grabar o simplemente se encontraban descompuestas.
Sin embargo, nosotros como ciudadanos conscientes no podemos quedarnos únicamente con publicaciones en redes sociales donde amenacemos o hagamos promesas vacías de lo que pasaría si encontráramos a los culpables. De esta manera para lograr que las autoridades trabajen y lo hagan como se debe de hacer, primero tenemos que conocer la ley y lo que podemos hacer para que estos crímenes no queden impunes.
El envenenamiento de perros puede ser denunciado ante dos instancias; siendo que una no descarta a la otra, es decir, podemos presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Michoacán basándonos en el artículo 309 del Código Penal del Estado de Michoacán conocido como crueldad animal y podemos hacerlo ante la Fiscalía General de la República (Agencia Especializada en Investigación de Delitos Contra el Ambiente) fundando nuestra denuncia en el artículo 416 del Código Penal Federal por el delito denominado contaminación de suelo y subsuelo para causar daño a la fauna.
En ambos casos debemos tomar en consideración que es importante solicitar la necropsia del perro envenenado para que un perito médico veterinario zootecnista pueda determinar las causas de muerte, así como realizar una narración simple de los hechos de manera cronológica, contando cuando ocurrió, en donde, como, presuntamente quien pudo ser, en que horario paso y cualquier otro dato. Si a esto podemos sumar testigos presenciales de los hechos, entonces ya tenemos un gran avance para fundar nuestra denuncia.
Asimismo, es indispensable que podamos visualizar si en las calles donde ocurrieron los hechos están colocadas cámaras, ya sea del gobierno o de particulares, de esta manera podemos pedirle a la Fiscalía que solicite dichas grabaciones. Esto último es muy importante, ya que por lo general el envenenamiento de perros es un delito de comisión oculta; esto es que el victimario lo hace con sigilo y percatándose de que nadie lo vea.
Una vez que tenemos listos todos estos datos, nuestro siguiente paso es asistir a las oficinas de la Fiscalía, por ejemplo en el caso de que pretendamos denunciar crueldad animal (309 Código Penal Michoacán) y nos encontremos en Morelia tendríamos que acudir a la Fiscalía Regional Morelia en el área de atención temprana en Periférico Paseo de la República 5000, Sentimientos de La Nación, Sentimientos de la Nación, 58170 Morelia, Michoacán, siempre acudir con identificación oficial y dos copias. En el caso en que la pretensión sea presentar una denuncia por contaminación de suelo y subsuelo para causar daño a la fauna (416 Código Penal Federa) tendríamos que asistir a las oficinas de la Fiscalía General de la República delegación Morelia ubicadas en Batalla del Monte de Las Cruces 65, Lomas de Hidalgo, 58240 Morelia, Michoacán o por medio de su página https://app.cedac.pgr.gob.mx/ATENCIONPGR/PENDENUNCIA, la cual me parece mejor opción.
Finalmente una vez presentada nuestra denuncia debemos anotar y guardar muy bien el número único de carpeta de investigación, ya que con dicho número podremos darle seguimiento e impulsar al ministerio público para que la carpeta de investigación no termine en archivo temporal o peor aún en definitivo.
Carlos D. Maya Cordero, abogado animalista