Por Luis Ventura de la Rosa
La discapacidad, entendida en su contexto social, es mucho más que una mera condición: es una experiencia de diferencia.
Sin embargo, frecuentemente, es también una experiencia de exclusión y de opresión. Los responsables de esta situación no son las personas con discapacidad, sino la indiferencia y falta de comprensión de la sociedad.
La forma en que una comunidad trata a sus miembros con discapacidad es reflejo de su calidad y de los valores que realza.
Las personas con discapacidad y sus organizaciones son un desafío para al resto de la sociedad, la cual debe determinar que cambios son necesarios para promover una vida más justa y equitativa.