Por: Redacción
Morelia, Michoacán. – Cinco de los policías masacrados ayer en Aguililla no recibieron los apoyos para su propio funeral. Las familias los velaron en improvisadas y humildes ceremonias, donde no contaron con la presencia de autoridades, solo de sus más cercanos y compañeros leales.
Los cinco elementos caídos pertenecían a la región Zitácuaro y las fotografías de sus sencillos funerales han causado indignación entre los uniformados, pues sus ataúdes estaban sostenidos por ladrillos y sillas, al interior de construcciones en obra negra.
“¿Es esa la despedida que se merecían?, critican algunos en redes sociales, “no lo es, pero al menos sus familias y amigos no tiene que soportar la hipocresía de las autoridades en el último adiós”, opinan otros.
Hipocresía que le recordaron al Gobernador Silvano Aureoles, es inútil para mitigar el dolor y la perdida de sus familiares.
Todo apunta a que así como fueron obviados en el pase de lista, también podrían serlo del cobro de seguros y gastos funerarios ¡Digo, tampoco es como si los otros los tengan garantizados! De eso pueden dar testimonios las cerca de 40 viudas que esperan el pago de lo que sus muertos trabajaron.
Lo cierto es que parece se han ensañado con quienes menos tienen. Los que apenas tuvieron para hacer el traslado del cuerpo a su casa, con todo y que apenas el 25 de agosto presumió el Gobernador Silvano Aureoles que ya ganaban hasta 32 mil al mes o de menos habían tenido incrementos por arriba del 60 por ciento.