Por: Mtro. Luis Ventura de la Rosa Orozco
“Abrazos y no balazos”; más allá de esta frase pintoresca, no se han visto ningún tipo de avances en materia de seguridad, y con ello, se puede apreciar una estrategia (o falta de ella) que no logra permear en la sociedad. Esta política de seguridad pública no está produciendo resultados claros, y por el contrario los cárteles de la droga se ufanan y muestran su poderío en las redes sociales de una manera muy abierta, sin ningún tipo de temor.
Los cuerpos policiales siguen sin fortalecerte, y francamente se encuentran débiles hasta de ánimo por falta de un plan real y tangible que les ayude a hacer frente al enorme poder de la delincuencia. Como los delincuentes no han sido detenidos para ponerlos a disposición de la justicia, es que se está produciendo una marea imparable de violencia cada vez más sangrienta que hasta hace unos años eran casos extraordinarios.
Ante esta problemática social se observa un gobierno federal omiso ante sus responsabilidades, preocupado más en encargar obras de construcción al ejército de la nación; mientras tanto Alfonso Durazo Montaño, ex secretario de Seguridad federal, se bajó del “barco” para hacer oficial su registro como aspirante a la gubernatura del estado de Sonora, abanderado por la coalición de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Partido Verde (PVEM), Partido del Trabajo (PT) y Nueva Alianza (PANAL). Mientras tanto la otra “pandemia” de violencia seguirá contagiando.