Morelia, Michoacán. – Si alguna vez ha escuchado a una mujer quejarse por la mala atención recibida durante el proceso de alumbramiento o en un seguimiento de embarazo, la debe tomar muy en serio, pues la violencia obstétrica es un mala práctica que prevalece en hospitales de todo el país, y en Michoacán, ha afectado ya a más de la tercera parte de las mujeres mayores de 15 años.
La violencia obstétrica refiere conductas por acción u omisión efectuadas por personal de la salud, que afecten el cuerpo o los procesos reproductivos de las mujeres, así como trato indigno en el proceso, medicación desinformada o injustificada e incluso suponer que procesos naturales son dañinos, lo que lleva a una excesiva practica de cesáreas.
En Michoacán, el 32% de las mujeres de 15 a 49 años que han tenido un parto durante los últimos cinco años, afirmaron haber sufrido de violencia obstétrica, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, que realiza el INEG, no obstante, se ubica 1.4 puntos porcentuales por debajo de la media nacional.
Entre las incidencias que reportaron las víctimas se encuentran gritos y reprimendas por parte del personal de salud en el 11.2% de los eventos; en un 10% se reportó una atención tardía de parto o cesárea bajo el argumento de gritos o quejas por parte de la paciente y en casi un 10%, señaló haber recibido una negativa del personal de salud a responder preguntas de la paciente durante el proceso de alumbramiento e incluso sobre el estado de salud del recién nacido.
Otro 3.2% dijo que se les impidió ver, cargar o amamantar al recién nacido y el 1.6% tuvo que firmar documentos sin información sobre su contenido.
Por otra parte, un 9.2% dijeron haber sido presionadas para la colocación de métodos de control de la natalidad; 7% dijeron haber recibido ofensas y humillaciones; 4.8% recibieron negativa para que se suministre medicación analgésica, sin justificación; y un 4.8% afirmó que se les colocó un método de control de la natalidad e incluso la esterilización sin consentimiento y conocimiento de la pacientes.
En ese sentido, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue la institución de salud que ha recibido la mayor cantidad de reportes por casos de violencia obstétrica en Michoacán, pues durante el periodo octubre de 2011 y octubre de 2016, tuvo el 40.8% de incidencias.
En segundo lugar, se encuentran los hospitales y clínicas del sector público no adheridas al IMSS, con el 38.7%, y centros de salud en las localidades, 34.7%.
Si bien Michoacán no se encuentra entre los principales estados con dicha problemática, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), emitió una recomendación contra el IMSS, por un caso suscitado en el Hospital General de Zona número 12, en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
De acuerdo a la recomendación, el personal médico en Lázaro Cárdenas, no indicó la interrupción del embarazo vía abdominal, “lo que ocasionó que el binomio materno-fetal estuviera en riesgo constante de las complicaciones derivadas de la inadecuada vigilancia del trabajo de parto, por la sepsis neonatal derivada de la ruptura prolongada de membranas, y que el recién nacido presentara las características fenotípicas de Síndrome de Down, sin que se haya corroborado genéticamente esa condición y tampoco se le ha proporcionado la revisión de personal médico que requiere”.