Por: Carlos Maya Cordero
Morelia, Michoacán.- Recientemente hemos sido testigos de la problemática que se vive en Villas del Pedregal respecto de la aparente proliferación de perros en la colonia, sumado a ello el día de ayer el Ayuntamiento de Morelia realizó un operativo para decomisar 27 animales a vendedores clandestinos en Servicentro, la conocida glorieta del papa, el Pedregal y el Auditorio. A primera vista estos hechos parecieran no tener relación alguna; sin embargo, como ya hemos adelantado en otros artículos, la esterilización es únicamente una herramienta a futuro para disminuir el índice de crecimiento de animales en situación de calle o semiambulantes (los que sí tienen hogar, pero los dejan transitar libremente) pero la punta de lanza para atacar el problema de raíz es sancionar a los vendedores de animales de compañía clandestinos.
Lo que se vive en Villas del Pedregal es una consecuencia de por lo menos una década de manejos inadecuados de las políticas de bienestar animal en la zona, es decir, los mismos colonos manifiestan su inconformidad por el alto índice de perros en vía pública, aunque también señalan que muchos de esos perros son de vecinos irresponsables, los cuales los dejan salir a transitar libremente y además no los tienen esterilizados, la exigencia rápida hasta pasadas administraciones era llamar al Centro de Atención Animal, también conocida como la perrera, para solicitar su captura y deshacerse del problema de manera rápida. Es así que un gran número de personas piensan que capturando y sacrificando a los perros es una solución definitiva y no se les puede juzgar por pensarlo, en cierta manera suena lógico; no obstante, la historia de nuestro municipio nos prueba totalmente lo contrario, ya que llevamos más de una década pugnando por esta estrategia y el índice de perros en vez de disminuir, va en aumento.
Y es que el problema es mucho más complejo de lo que se piensa, por un lado parece que si los sacrificamos a todos se acaba el problema y por otro lado que si los esterilizamos a todos, también se combate de manera definitiva, a pesar de todo la realidad es que debemos considerar que el universo de perros en nuestro municipio no es estático, de tal manera que se encuentra en constante cambio, una perra talla grande en promedio puede tener entre 6-9 hijos por cada cruza, es así que los esfuerzos por realizar esterilizaciones nunca son suficientes, puesto que mientras esterilizamos 10, nacen otros 60-90 perros.
De tal consideración que la problemática tiene un punto de partida, la irresponsabilidad del ser humano. Por un lado, un grupo de personas se concentran en el auditorio para vender supuestos perros raza, mientras que otro gran número de colonos deciden dejar salir a sus perros a transitar libremente por la vía pública, justificándose que no tienen tiempo para pasearlos o que simplemente no les interesa lo que les pueda pasar. Los primeros provocan una venta indiscriminada, lo cual induce tenedores irresponsables, mientras que los segundos traen como consecuencia el apareamiento de sus perros que se encuentran en tránsito libre con otros perros ya sea semiambulantes o en situación de calle, seguido de ello su perra puede llegar cargada y su solución puede oscilar entre regalar a los cachorros o sacrificarlos. Entonces tenemos como resultado que la irresponsabilidad de unos cuantos (los cuales no son pocos) generan el problema para toda una comunidad, en este caso Villas del Pedregal, aunque lo mismo pasa en la mayoría de las colonias de la ciudad. Es así que optamos por exigir soluciones rápidas al gobierno respecto de un problema que tiene años gestándose.
En conclusión, la problemática que vivimos actualmente la tenemos que abordar desde una visión bienestarista, es decir, debemos pugnar por el bien de los perros buscando alternativas viables para combatir la situación actual sin buscar su captura y sacrificio. Lo anterior lo debemos hacer desde tres frentes: concientización a los colonos irresponsables que dejan salir a sus perros, campañas de esterilización masivas y hacer valer la ley. Esto último lo podemos hacer por medio de la herramienta única que tenemos del Juez Cívico en Morelia, la cual se ejerce por medio de una queja ciudadana que se presenta por escrito en calle de Eduardo Ruiz 526, Centro histórico de Morelia, 58000 Morelia, Michoacán, en un horario de 9:00 am a 5:00 pm, en los casos en que los vecinos irresponsables sigan dejando salir a sus perros sin collar y correa a transitar libremente por la vía pública, las sanciones pueden ir desde las 30 hasta las 36 horas de arresto. Si deseas un formato de queja ciudadana manda un mail a [email protected].