Por Redacción/ Omar Olascoaga
Morelia, Michoacán. – La mañana de este domingo fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre en el Lago de Pátzcuaro; se presume podría ser Miguel Ángel quien , junto con su hija menor de edad, desapareció el pasado 14 de febrero.
A la intensa búsqueda de estas dos personas se sumaron autoridades estatales y locales, y el grupo Revolución Social, y tras siete días lograron ubicar el que podría ser el cuerpo de Miguel Ángel Barriga Pérez de 25 años de edad.
Desafortunadamente, la pequeña Ginebra continúa sin ser localizada, por lo que sigue el operativo de búsqueda que desplegaron tanto autoridades, voluntarios, buzos y ciudadanía.
Trágica historia
El día domingo, Miguel de 25 años de edad en compañía de su pequeña hija de 6 años y un amigo con su novia, arribaron al muelle de la localidad de Puácuaro, perteneciente a la cabecera municipal de Erongarícuaro, entre las islas Yunuèn y Pacanda.
Contaban con 2 motos acuáticas, las cuales habían sido prestadas, pero una de ellas no quería prender, por lo que se turnaron los cuatro para pasear solamente en una.
Siendo las 5 de la tarde, Miguel insistió en querer prender la moto que no servía, después de varios intentos, logró que esta prendiera.
El amigo le comentó que ya era tarde para que se metiera al lago, ya que hacía mucho viento y podía ser peligroso, Miguel hizo caso omiso, abrazo a su pequeña y subieron a la moto.
Posteriormente ya alejados del muelle, a lo lejos el amigo y su novia, vieron como Miguel hacía señas con las manos de que la moto ya no quería prender, desafortunadamente el amigo no podía dirigirse a ayudarlos, ya que la otra moto se había quedado sin combustible, poco a poco las fuertes ráfagas de viento fueron recorriendo a Miguel y Ginebra más adentro del lago.
De repente, Miguel en la desesperación saltó al agua, tal vez pensando que podía nadar hasta el muelle, arrastrando la moto con su hija a bordo, lo vio difícil por lo que optó por subir de nueva cuenta a la moto.
El amigo y su novia, le gritaban y decían con señas que se esperara en el lugar, que irían por ayuda y combustible, pero desafortunadamente al llegar de nueva cuenta al muelle, ya con ayuda de las autoridades competentes, Miguel y Ginebra ya no estaban, solamente pudieron localizar la moto acuática.