Por: Marisela López Díaz
Confucio
«La educación genera confianza. La confianza genera esperanza. La esperanza genera paz.»
Durante tres décadas, Michoacán se caracterizó por ser un estado paralizado por la crisis en el sector educativo lo que impedía avanzar en el desarrollo social y económico.
Y aunque un gran sector poblacional especialmente los que votaron por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le sigue apostando a la inestabilidad de Michoacán y en espera de que se repita el lamentable episodio de fractura política entre la federación y el estado cómo el que protagonizaron el ex presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa y el ex gobernador del estado, Leonel Godoy Rangel, en los hechos no ha sido así y finalmente el estado cuenta con un nuevo acuerdo por la educación, hecho histórico, inalcanzable y anhelado y muy seguramente envidiado por ex gobernadores que, aunque algunos aseguren que fue por ellos quienes buscaron proponerlo, sus buenas intenciones no fueron suficientes, porque en los hechos no lo lograron.
Sin embargo, es de descartar que la lucha del actual gobierno no fue fácil, ni tampoco ha terminado.
El 26 de noviembre del 2018 en un pronunciamiento nacional, el gobernador Silvano Aureoles, asumió el costo político de invalidar el acuerdo educativo firmado en 1992 y pasó el control del sector al gobierno federal, la determinación no fue bien vista por algunos grupos políticos y del sector educativo y aunque pensáramos que ello generaría una disputa con el presidente de México, no fue así y en al menos dos visitas al estado, López Obrador comprometió la construcción de ese nuevo acuerdo educativo.
El proceso tardó alrededor de un año y finalmente el 23 de enero del 2020, se signó.
Aunque éste sigue siendo cuestionado, al encontrarse aún en proceso de construcción, entre las ventajas que representa, es que el porcentaje que destinará el gobierno de Michoacán al pago al sector educativo será del 12 por ciento y no del 30 por ciento, cómo se tenía establecido y pasará de 10 mil millones de pesos a 3 mil 500 millones de pesos, lo que da respiro a las finanzas de Estado.
El proceso por mejorar el sistema educativo del estado ya se dio y la esperanza por contar con mejores condiciones se está generando y ello contribuirá a mejorar la educación en Michoacán y por consecuencia el sector educativo en la entidad enfrentará una etapa de paz, un nuevo comienzo.