Por: Redacción
Morelia, Michoacán. – En Budapest, Hungría, el próximo 6 de agosto se llevará a cabo el estreno mundial de su obra para cello, violín, clarinete y piano, en un concierto del Ensemble Impronta, dirigido por Andreas Luca Beraldo y Jeanne Vogt.
Mi intención, dijo Eduardo, no es hacer música, sino una estela sonora que pueda incrustarse sutilmente en un espacio. “He buscado construir lo que ese fragmento –de la Canción Mixteca– me evoca: una penumbra, un ambiente silencioso donde los músicos puedan tocar con poca luz, donde una inmensa nostalgia pueda invadir el pensamiento, un frágil ámbito oscuro y vacío para llorar, para morir…”.
En la Ciudad de México, a medio millar de kilómetros de su natal Ocotlán de Morelos, Oaxaca, el exintegrante del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas (SBEI) del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de esta universidad se inspiró en una frase de “Canción Mixteca” para crear su obra.
La pieza, de nueve minutos con 22 segundos, escrita por Eduardo y ejecutada por el Ensamble Tamayo, obtuvo el tercer lugar en el Primer Concurso de Composición de Ensamble Impronta 2019, en Mannheim, Alemania; sólo fue superada por Japón e Italia. Fue elegida de entre 148 trabajos de 26 países.
El triunfo en el “New Special Ensemble Prize. Ensemble Impronta Composition Competition 2019”, comprende además de la interpretación de la obra, la publicación de la partitura, en un primer momento en el sitio web de la agrupación convocante: www.ensemble-impronta.com.
En ascenso
Aguilar Vásquez, también ganador del Concurso de Composición “Arturo Márquez” para Orquesta de Cámara en 2015, con “El Malcomido”, y en 2017, con “Santo Domingo del Temblor”; y del concurso del Seminario Universitario de Investigación en Creación Artística (SUICREA) de la UNAM, con “La Pared de Adobe”, que presentó en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA), reiteró que para “…Quisiera llorar, quisiera morir…” se inspiró en “Canción Mixteca”, estrenada en 1918, y que en su letra retrata un aspecto de la migración.
“No he tomado fragmentos de su música, pero sí un par de palabras para titular mi pieza, específicamente la frase que considero más triste. Intenté que la música se manifestara en un límite etéreo, como si se tratara de escuchar pedazos amorfos de melodías. No las melodías definidas, sino sus estelas, sus ecos, algo cercano al aire”.
El compositor de origen zapoteca comentó que todas las interpretaciones han sido importantes para él, porque le han permitido completar el proceso de algunas obras específicas.