Por: Hipólito Mora.
Buenavista, Michoacán. – Vivimos en un país con olor a muerte, a corrupción y engaño. Ojalá las autoridades se pusieran como meta entregar un México donde podamos caminar de día y noche sin el temor de que seamos victimas de un delito.
Pero todo esto es un sueño inalcanzable, ya que casi todos los gobernantes solo piensan en su bien personal y los ciudadanos ¡Que se jodan!
Busquemos candidatos de buen corazón y honestos, no fanfarrones mentirosos. Cuando tengamos buenos gobiernos, buenos ministerios públicos, buenos jueces y mejores ciudadanos, entonces, México será otro y todos viviremos en Paz.