Por: Redacción
Morelia, Michoacán. – En la audiencia pública de la Sala Superior se informó que las elecciones quedaba invalida, por ende, también todos los resultados de ese ejercicio electoral.
Al respecto el diputado local Alfredo Ramírez Bedolla hizo descomunal berrinche en Facebook y despotricó en contra de ese órgano jurisdiccional, nada que ver con ese comunicado de que en Michoacán Morena fue digno ejemplo de civilidad.
“Ante la intromisión del #TEPJF que ha violentado la autodeterminación de nuestro partido al anular el proceso de Morena para renovar sus órganos directivos, los militantes debemos mantener la serenidad, y demostrar nuestra capacidad de organizarnos para volver a realizar las asambleas distritales, esta vez con mayor inclusión y una participación más amplia. ¡Ánimo!, venimos de un movimiento social, y la democracia nos fortalece”, dice a la letra.
Lo cierto es que tienen que volver a realizarse las elecciones, con o sin berrinche de Ramírez Bedolla, ahora con un padrón electoral diferente al elegido para las pasadas elecciones.
Este nuevo ejercicio es una oportunidad para el desbancado Sergio “Yeyo” Pimentel, para Erick Juárez Blanquet y las promesas de carros nuevos y, por supuesto, de Giulianna Bugarini Torres, y sus 300 pesotes, más lo del taxi que prometieron en la pasada elección ¡Chance y le sube a 500! Y en lugar de taxi sea Uber