Por Arturo Ismael Ibarra Dávalos
Outsourcing es la subcontratación de terceros para hacerse cargo de ciertas actividades complementarias a la actividad principal. Es el proceso mediante el cual una empresa externaliza una parte de su actividad, es decir, contrata a una empresa externa para gestionar una parte de la compañía. Con este método la empresa principal puede centrarse y mejorar en ciertas funciones y especializarse aumentando en eficiencia y ahorrando tiempo.
Características
Hay multitud de actividades que pueden ser subcontratadas, por ejemplo, la realización mensual de nóminas. Cuando una empresa subcontrata a otra tiene también que facilitarle cierta información sobre la compañía para conseguir un trabajo más completo y veraz. En la actualidad, las empresas están utilizando el outsourcing como un medio de contratación habitual, con el objetivo de hacer crecer la empresa de forma rápida.
Beneficios de la subcontratación
Al contratar a una empresa más especializada en una tarea, ésta se realiza de forma más automática ahorrando así en costes.
Controlar fácilmente tareas muy complejas que necesitarían una gran inversión de capital si la misma empresa las desarrollase.
Seguridad de obtener un buen resultado.
Inconvenientes de la subcontratación
La empresa contratada no comparte la cultura de la empresa.
Esta nueva empresa no conoce a los trabajadores, ni la forma de trabajo.
No hay un compromiso moral de un trabajo bien hecho, dado que es una subcontratación, es decir, no forman parte de la empresa.
¿Qué actividades subcontratar?
Es de vital importancia subcontratar aquellas actividades que no formen parte de las funciones o áreas que se consideren fundamentales para las empresas.