Por: Elena Guarín
Pátzcuaro, Michoacán. – El comandante responsable de la Segunda Sección, en la Policía Municipal de Pátzcuaro, y actualmente en funciones, junto a otros tres subalternos, le cercenó quesque por “accidente” el dedo anular a un hombre, al que acusaban de alterar el orden público.
¡Caro..! Es como le salió la fiesta a Pedro R. M., porque luego de según andar alterando el orden fue llevado junto con su amigo de pachangas, Javier Giovani R., a Barandilla Municipal para que se le bajara el cuete, pero cuando lo subieron a la patrulla, tras sus buenas cachetadas y saludos a su progenitora, como se registró en la carpeta de investigación número 1003201909794 o causa 544/2019, pues ¡Zas! Que la puerta de la batea le cortó parte del dedo anular.
Pero no siendo suficiente con dejarlo discapacitado de por vida ¡Porque aunque no lo crea todos los dedos se ocupan! Pues que en lugar de llevarlo inmediatamente al doctor, pues primero lo llevaron a Barandilla, le tomaron la foto y mientras tanto, pues ahí el dedo… descomponiéndose ¡Tanto el pedazo que se le cayó como el que le quedó en la mano! Porque fue necesario que se lo amputaran completo.
Por tales hechos, lesiones dolosas y abuso de autoridad, considerados como delitos en las leyes que rigen nuestro Estado y la Federación, pues que el pasado 6 de septiembre los vincularon a proceso, o sea que sí se reunieron suficientes elementos para que el juez considerara que estaban implicados y ahora deberán esperar ser juzgados.
Pero el escándalo no acaba ahí, Abelardo A. P., José Luis B., Ignacio G., y el comandante Álvaro de la C. R., continúan en funciones; en resumidas cuentas quienes deberían ser garantes de la ley la corrompen y además ¡No importa sí incurren en un delito, ellos tienen garantizado el trabajo! Todo bajo el cobijo del morenista Víctor Báez Ceja