Por Santiago Roel
1. AMLO estaba enterado del operativo en Sinaloa. Quienes lo conocen de cerca dicen que le encanta el “micro-management” (obsesión con los detalles sin respeto al equipo, a los expertos y a la estrategia general) en los temas de su interés, la seguridad es uno de ellos.
2. ¿La DEA estuvo detrás del operativo para capturar al hijo del Chapo? México no captura capos sin órdenes expresas de los EUA, no creo que este caso haya sido una excepción.
3. Golpes al “avispero” a lo tonto. AMLO hizo exactamente lo que ha criticado: alborotó el panal de Sinaloa a lo tonto. Así le ha dado golpes al “avispero” a lo tonto en economía, administración pública, inversiones productivas, división de poderes, Estado de Derecho y a la sociedad en general. Ha sembrado odio y cosecha tempestades.
4. El presidente no actuó ni con prudencia, ni con inteligencia, ni con sabiduría, ni con altruismo. Puso en riesgo a la población de Culiacán con este operativo. ¿Ha perdido totalmente el sentido de realidad?
5. AMLO hizo justo lo contrario a lo que prometió hacer: Regular las drogas como estrategia de paz. AMLO prometió regular drogas en su “Plan de Paz y de Seguridad”, ha hecho lo contrario. Ha continuado y exacerbado una guerra absurda y perdida contra un mercado. En lugar de debilitar a las mafias las ha fortalecido, pues les mantiene intacto el negocio.
6. AMLO no salió a dar la cara con valentía. Se escondió en Oaxaca, se hizo el que no sabia y luego se dedicó a golpear a los críticos, a culpar a los demás, a cuidar su imagen en lugar de cuidar a la población. Más de lo mismo, el interés personal por encima del interés de la nación. AMLO se ve más pequeño y confuso que nunca. El video donde se rodea de niños oaxaqueños que le gritan “es un honor estar con Obrador” es patético, escalofriante, preocupante.
7. Sinaloa no era un caos. Desde hace varios años, Sinaloa ha mostrado signos muy positivos de reducción en incidencia delictiva gracias al trabajo comprometido de la sociedad civil y el gobierno estatal. Estaba a punto de convertirse en una historia de éxito. AMLO lo echa a perder con este operativo y también la hubiera echado a perder si extradita al capo: Atrapar capos, descabezar carteles no trae nada bueno en México, es crear más guerra, 13 años de experiencia nos lo demuestran. Son golpes mediáticos para consumo y beneficio de la DEA.
8. Tatiana Clouthier culpa al gobierno estatal en su afán de salvar a AMLO. Ningún gobierno estatal tiene capacidad ni responsabilidad para combatir al crimen organizado. En ningún país, en ningún estado, menos en Sinaloa. Además, dudo que haya estado enterado del operativo, la DEA no lo permite porque sabe que las autoridades locales, en todos los estados, suelen estar infiltradas.
9. ¿Qué estarán pensando los altos mandos del Ejercito y la Marina? ¿Estarán dispuestos a seguir siendo humillados por el Presidente?
10. Se le quiso dar un éxito a la flamante Guardia Nacional. El fracaso del operativo logra justo lo contrario.
11. AMLO se ha dedicado a golpear a las instituciones. Hoy la institución más golpeada es la propia Presidencia de la República. Quedan claros los peligros del populismo, la centralización del poder y los caprichos del narcisismo mesiánico.
12. Vamos a ver muchas réplicas de este terremoto. Esto a penas empieza. Tenía razón Alfonso Durazo cuando pronosticó esta semana que estábamos en un punto de inflexión en seguridad. Las réplicas serán en todo México y en muchos temas: inversión, confianza, turismo y por supuesto, la seguridad.
13. La mejor manera de ejecutar un “control de daños” ante un error de esta magnitud es aceptar los errores y corregir el rumbo, pero no veo modestia ni valentía en el Presidente.
14. ¿Qué puede hacer la población para neutralizar la crisis que se avecina? Mostrar su desaprobación con el gobierno. Eso es lo que más contribuye al buen gobierno o como en este caso, a minimizar los daños de un mal gobierno, de un gobierno cuyo único interés es su nivel de popularidad, su ego, sus intereses muy personales, muy pequeños.
Si México se dice grande o cuando menos, más grande que sus políticos, es momento de demostrarlo.